UN SAPO EN UN CUBO DE PLÁSTICO
En el salón de la casa de campo. El cubo de agua, para regar
las macetas de interior, medio lleno. ¿Por dónde entró? Supongo que dio un salto y se coló en el
recipiente. ¿Cuánto tiempo lleva ahí?
Estaba vivo y con muy buen aspecto,
supongo también, que se alimentaba de insectos que se acercaran al agua,
moscas y mosquitos. Tras contemplarlo unos momentos y fotografiarlo, saqué el
cubo fuera y lo vacié sobre el cemento. Se quedó quieto. Entonces le grité:
-¡Fuera! ¡Largo de aquí!
Se movió
con su estilo anti atlético, una pata tras otra, lentamente abandonó el
pavimento, pasó a la tierra, caminó por ella hacia la vegetación y se perdió
por allí mientras yo lo observaba con admiración y un punto de intriga.